De tapas por Nerpio

Mi amada amiga Lorena me manda hoy un cartel, bastante chulo, de la ruta del tapeo que se celebra en Nerpio el 25 y 26 de julio y el 1 y 2 de agosto por diferentes establecimientos de la localidad.

Y por supuesto, yo en mi intento por hermanar dos lugares tan dispares como Nerpio y Cádiz, tal y como hace el consistorio de mi ciudad que ha decidido dejar bastante lejos lo de hija única y se empeñado en hermanarse con todas las ciudades a las que te gustaría ir de vacaciones, hago aquí propaganda de la ruta del tapeo de un bonito municipio del sureste de Albacete.

Esta es una muestra del sentido universal de la tapa y del invento de rutas para tapear. Supongo que lo de las rutas es algo intrínseco al ser humano que va de tapas, cada humano o mejor dicho, cada grupo de humanos tiene su propia ruta, su propio itinerario de sitios favoritos a los que acudir para matar el hambre con platillos variados y una bebida freskita.

Curiosamente mi conocimiento sobre el origen del término "tapa" lo adquirí tomando una tapa hace unos meses en la barra de un bar gaditano mientras un oriundo sentaba cátedra sobre el término desde su banco con una copita de manzanilla en la mano. Este ritual de compartir conversación con otros tapeadores es algo bastante habitual en según qué sitios ya que la ruta del tapeo personal de cada humano le convierte en reincidente en los mismos locales. Tapeadores y camareros comparten entonces tapa, vino e historias, repaso de actualidad y "otras variedades históricas" que van desde el típico "tú te acuerdas de..." hasta el elaborado "a que tu no sabes...". Buscando en la Wiki si la historia de aquel ilustre tenía algún referente escrito, me di de bruces con una versión muy parecida a la suya:

...Otra versión data la creación del término tapa en una visita del rey Alfonso XIII a la provincia de Cádiz, en la que se detuvo con todo su séquito a tomarse un vino de jerez en un mesón de la zona, llamado "Ventorrillo del Chato" (aún existente hoy en día). Estando sentado en la terraza se levantó de repente una levantera (viento de levante muy típico en la zona), y al mesonero, intentando evitar que entrara algún polvo o arena de la playa en el vaso real, se le ocurrió como solución poner encima una loncha de jamón para tapar el vaso. Parece ser que el recurso del mesonero fue muy del agrado del rey, ya que se comió la tapa y pidió otra similar. Sin embargo la certeza de la anécdota es dudosa, ya que de ser cierta, la arena habría quedado pegada a la grasa del jamón con toda seguridad, aparte de que está documentado el uso de lonchas de pan duro o platillos de comida para tapar los vasos ya desde el siglo XVIII.

En realidad lo que aquel ilustre contaba era que Alfonso XIII veía como la "calicha" de la pared caía sobre su ración de comida y eso fue lo que le llevó a pedirle al mesonero que le tapara la comida, de ahí lo de la tapa...

Sea en Nerpio o en Cádiz, tapear se convierte en todo un ritual de socialización que nos aleja de comernos el coco con la cena y nos acerca a un amplio abanico de posibilidades al freskito de la noche, con una buena compañía y con una buena cervecita o tintito de verano!