Cenas y programación Tv

Otro de los fundamentales a la hora de cenar es la programación de la tele. Y confieso que hubo épocas de mi vida en las que sabía qué día de la semana era gracias a las series que ponían!

Ahora que empieza de nuevo septiembre y la programación rutinaria vuelvo de nuevo a engancharme a "las vidas de otros". Por ahora ya me ocupan espacio de cena La Señora los lunes en la Primera. La verdad es que como casi todos, durante alguna época me enganché los jueves a la vida de los Alcántara en Cuéntame, pero Merche es mucha Merche, y su pelo cardado y tanta desgracia continua de ese Antonio al borde del infarto o la desnutrición constante, terminaron por aburrirme. Otras series que determinaban días de la semana es El Internado, pero tanta falda corta y tanta trama rebuscada hasta la saciedad también me están empezando a cansar. Quizá lo de las series y el día de la semana pueda remontarse a Farmacia de Guardia de Mercero que para mi fue la primera serie de ficción española que marcó el comienzo de un camino que continuaría hasta otras recientes de éxito como Aquí no hay quien viva.

Sexo en Nueva York, Mujeres Desesperadas, Entre Fantasmas, CSI las Vegas o NY, Eureka (poco conocida pero a mi me mola), Doctor en Alaska (gran serie de la 2 donde las haya), House (los martes)... son algunos pocos ejemplos de series extranjeras semanales que te dejaban con la intriga, con ganas de más... es como una especie de racionamiento de tramas que engancha semana tras semana.

Bueno, todo esto sin contar el comentario al día siguiente en la oficina o con mi madre. En mi oficina parece que no ven la tele así que desistí hace tiempo de hablar de este tema porque cuando lo hice todos me miran con cara rancia, así que me los imagino viendo cine en Checo V.O.S. en blanco y negro, o leyendo libros, sin ilustraciones ni en el lomo, mientras cenan unos kiwis... Menos mal que me quedan amigas y mi madre con las que compartir la afición! qué bonitos momentos!

Fotaza de la peli "Las margaritas" (1967) de Vera Chytilova

Desde luego todo esto sin contar con los grandes reallities shows o concursos... Si miro atrás es inevitable recordar las noches en las que Mayra presentaba el Un, Dos, Tres en los 80; y todos en casa viendo aquello juntos como un gran acontecimiento, sufriendo con los sufridores mientras te comías la tortillita francesa que hacía tu madre rápidamente para no perderse detalle! Y todos gritábamos ¡Coge el otro regalo que es el del coche! Perder el coche era lo peor que te podía pasar, si cogías 20 millones de pesetas no estaba mal... pero habías perdido el coche!

En estos tiempos, de nuevo me confieso, también resultó de vital importancia los jueves las nominaciones de Gran Hermano 1. Qué queréis que os diga, fue la única edición que vi (con una fue suficiente para mi) y recuerdo que el día de la gran final, donde Ismael ganó, lo pasé en una pizzería en pleno centro de Cádiz, cenando con mi novio que no solía ver el programa y le daba igual, y yo por no ser tan friki accedí a no verlo... pero aún así fue inútil porque todo Cádiz estaba pendiente de que ganara Ismael y salió por las ventanas a gritar cuando lo hizo y todo el restaurante lo supo porque además de los gritos se escuchaba la tele de la cocina a todo volumen!. Igual sucedió con Operación Triunfo 1 y Rosa de España, ¿quién no vio aquel momento en directo o forzado en cualquier programa posterior o en presa?

Ahora no queda tanta emoción con los concursos, lo último que vi que me gustó fue Pekin Express. Dejando a un lado la idea de que no es muy real porque van con una cámara y tal, la idea de llegar de un punto a otro del planeta haciendo autostop y durmiendo en casas extrañas, me parece toda una aventura en pleno SXXI.

Y toda esta paranoia y revuelto de recuerdos la escribo mientras espero para poder ver Dexter en Cuatro, porque hoy termina la tercera temporada pero la han puesto un horario perruno: a la 01.15 de la madrugada! así que menudo maratón ver la serie y levantarse al día siguiente. La semana pasada aguanté pero en el primer anuncio me dormí y luego por la mañana no había quien me levantara... A veces me encantaría ser como Dexter, qué bien ser tan frío y calculador, sin problemas de sentimientos ni cenas... aunque si te paras a pensar, estás siendo fan de un asesino, pero ¿quién no ha deseado nunca "deshacerse" de alguien que nos hace la vida imposible? o por lo menos deshacerse durante un rato largo, no definitivamente... Sea como sea hoy es el capítulo de su boda y no me lo quiero perder.

Bueno, ya escribí un rato, vuelvo al sofá a ver si aguanto..