
"Salmón orgánico y nada de cerdo"Si el pasado mes de julio los jefes de Estado se dieron una copiosa cena de 19 platos durante la reunión del G-8 en Japón, en esta ocasión los líderes mundiales del G-20 serán más moderados.
Para evitar el aluvión de críticas, el Gobierno británico ha contratado al cocinero Jamie Oliver, cuyos platos tienen un precio relativamente asequible. La cena se celebrará esta noche en la residencia oficial del primer ministro, Gordon Brown, en el número 10 de Downing Street, pero las esposas de los mandatarios degustarán el mismo menú que sus cónyuges, aunque en un salón diferente.
Oliver, de 33 años, ha destacado en los últimos años por una decidida campaña en contra de la llamada 'comida basura' y a favor de mejorar el menú en todas las escuelas británicas.
El chef, conocido por sus programas de televisión y sus libros de cocina traducidos a otros idiomas, ha eliminado el cerdo del menú de seis platos para no ofender a los participantes musulmanes.
En concreto, las delegaciones de Arabia Saudí, Turquía e Indonesia habían pedido que no se pusiera sobre la mesa carne de ese animal y que se sirva, además, a sus jefes de Estado o de Gobierno carne sacrificada según el rito islámico (halal).
Variedad gastronómica del Reino Unido
El prestigioso cocinero ha preparado un menú con el que, a través de ingredientes procedentes de todos los rincones de las islas británicas, pretende mostrar a los jefes de Estado y de Gobierno la riqueza y la variedad de la gastronomía del Reino Unido.
Cordero de Gales, salmón de Shetland y verduras de Sussex, Surrey y Kent son algunos de los platos con los que el chef británico agasajará a los líderes del G-20.
Los entrantes estarán compuestos por salmón orgánico procedente de Shetland, isla situada al norte de la costa escocesa, acompañado por coles e hinojos marinos y una selección de verduras de los condados de Sussex, Surrey y Kent, al sureste de Inglaterra.
Para el plato principal se servirá paletilla de cordero del valle de Elwy, situado en el norte de Gales, presentado con patatas hervidas procedentes de la isla de Jersey, en el Canal de La Mancha, condimentado con setas salvajes y salsa de menta.
A lo largo de la comida, los máximos mandatarios degustarán también el típico pan irlandés, en el que la levadura es sustituida por la soda.
Para el postre, los jóvenes cocineros que ayudarán a Oliver prepararánuna tarta Bakewell, un pastel de mermelada con huevo y almendra picada, que tiene su origen en la ciudad de Bakewell, en el condado de Derbyshire (en el centro de Inglaterra), que será servido junto a una crema inglesa.
Los líderes que opten por el menú vegetariano se encontrarán con unentrante de queso de cabra y un plato principal formado a base de brotes de apio y dumplings -una especie de raviolis- de patata.
"Estoy muy orgulloso de mi país y sus tradiciones culinarias y sé que los invitados en Downing Street lo disfrutarán", aseguró Oliver. Ésta es la tercera vez que Jamie Oliver se pondrá al frente de los fogones de la residencia del primer ministro, pero en esta especial ocasión contará con un equipo de 40 personas que le ayudarán a que no falle ni el más mínimo detalle.