sábado, enero 16

Papas en alcauciles, sin alcauciles pero con huevos

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Esta receta la hace mi abuela de toda la vida y a mi lo de los alcauciles o alcachofa, nunca me hizo mucha gracia. Así que prefiero otras versiones en las que el alcaucil pasa a la historia. Supongo que mi abuela me los hacía así porque siempre me estaba quitando los alcauciles a la hora de servirme y sólo me ponía las patatas. O eso pensaba yo...

Documentándome un poco, para saber si por la web había algo más respecto a esta receta, descubrí que realmente la receta original tampoco los llevaba. Según cuenta Pepe Monforte, del grupo gastronómico gaditano, las papas iban solas desde un principio ya que los alcauciles estaban desaparecidos:

La papa es una de las grandes protagonistas de la cocina de la Posguerra. Otro plato que puede definir perfectamente como era la situación en la Posguerra es otro plato papero: las papas en alcauciles. Observen el uso de la preposición. No se utiliza el con sino el en. No se trata de ninguna virguería lingüística, ni ningún mal uso del lenguaje. Se trata únicamente de que los alcauciles solo aparecían en el nombre, luego en el plato, igual que las armas de destrucción masiva de Irak: tiriri, tiriri, un macpollo pa ti. El plato de papas estaba hecho como unas patatas con alcachofas, pero como no había alcachofas las papas se aliñaban como si fueran para ese guiso, pero nada más.


Mi abuela, por supuesto los comería sin alcauciles en su época, pero en la actualidad los hace con ellos y sin ellos cuando la mujer no tiene o no quiere. Así que resuelto el tema me dispongo a dejar por aquí la recetilla, con título contradictorio, de las papas "sin", porque la verdad es que la receta con alcauciles ahora mismo no la tengo en mi poder y creo que la elaboración no es ni mucho menos rápida y ya sabéis que cuando llega la hora de la cena... que se salve el que pueda! Tengo espíritu de posguerra...

A buscar qué echarle (esto lo tienes seguro):

Una patata grandecita por persona (si son chicas dos...)
Awita
Aceite
Ajo y perejil
Sal y pimienta
Hoja de laurel
HUEVOS!!!

Pelar la patata y cortarla a rodajas de "un dedo" de grosor. Se echan en una olla y se añade sal, pimienta, perejil y dos ajos picados picados, unas ocho cucharadas de aceite, la hoja de laurel. Se cubre todo con agua y se pone a fuego hasta que la patata esté blanda. Una vez que estén listas se añade un huevo por persona (para no pelearse) y se tapa para que el huevo se cuaje lo justo para que quede hecho pero se pueda mojar pan que es fundamental.

Servir con pan para mojar y disfrutar de lo calentito que está. Por supuesto es ideal para huir de tanta patata frita que hay en este mundo, a la que tampoco hago ascos pero reconozco que llega un momento que me satura.

Por cierto que ya estamos en carnaval. Por aquí dejo un vídeo del carnaval gaditano de pos-posguerra o fiestas típicas.




jueves, enero 7

Cocinando con la Esteban

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Con este frío ando refugiada debajo de una manta viendo vídeos del Youtube y he encontrado esta genialidad. Me ha recordado a mis últimas entradas del puchero y me he tenido que reír.


Pero como ya no tengo puchero hoy cenaré San Jacobos al Ketchup. Esta mujer aprendió a cocinar en mi misma escuela. Una autentica Ídola!!!!!
Necesitareis: san jacobos y ketchup.
Recordad: el ketchup se usa SIEMPRE, da sabor a TODO y DECORA.

miércoles, enero 6

Atascaburras, el asunto pendiente

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Asuntos pendientes. Hace algunos post que prometí que cuando llegara el frío colocaría por aquí algunas recetas de cocina Nerpiana, lugar de residencia de mi A.A.L. Así que allá voy para que no se diga.

Jornada de frío: tiempo de Atascaburras!!!

Ingredientes:
-Patatas
-Bacalao
-Huevos
-Aceite
-Nueces
-Agua

Cocer las patatas con piel, por separado el bacalao. Picar el ajo, pelar patatas y desmigajar el bacalao, pasar las patatas por el pasapurés incorporando los ajos picados, el aceite y el bacalao. Si queda amuy espeso añadir el agua del bacalao, "consistencia de un puré". Traspasar a los platos y adornar con huevo duro y nueces.

Nota de la que cena (yo misma):
Importante para terminar de entrar en calor y "desatascar" la burra: darle al play y marcarse un bailoteo por el salón y parte del pasillo con la burrita de Wawanco. Mencanta!


Para saber más: copieteado de la Wiki

El atascaburras (a veces denominado como ajo mortero o ajo arriero) es un plato manchego típico del invierno albaceteño o la Serranía de Cuenca,1 preferentemente cuando nieva. Es un plato tradicional de lugares fríos, que se suele comer cuando caen las primeras nieves de invierno; incluso se dice que para que salga bien bueno, debe usarse nieve derretida para cocerlo. Las exquisitas y pequeñas nueces de la sierra se añaden para adornar y completar un plato nutritivo. Dicen los lugareños que como casi todos los platos de campo, es mejor no usar platos y comer directamente del mortero.

Cuentan que sus creadores fueron dos pastores que se quedaron aislados tras una nevada, y que sin otra posibilidad que añadir a un cocido nada más que unas patatas y unas espinas de bacalao, al ver que no era consistente vertieron el aceite de oliva y lo machacaron fuertemente para evitar las durezas de las espinas del bacalao. Tras comerlo dijeron a la comunidad que es una comida que "harta hasta las burras" y se dice que de ahí le viene el nombre. Se saben referencias escritas del plato desde el siglo XVII. Cuando un burro se queda atascado en el barro Manchego (muy arcilloso) al meter y sacar las patas, se produce un sonido muy parecido al que se produce al mezclar en el mortero las patatas el ajo y el bacalao. De ahí el nombre.

Es una receta de la cocina tradicional judía, como la torta de gazpacho (pan ácimo), que ha pasado a la cocina tradicional manchega a través de los judíos conversos.

El plato contiene diversos ingredientes fáciles de obtener en un pueblo aislado por la nieve, como puede ser el bacalao en salazón (desalado en abundante agua la noche previa), las patatas, el aceite de oliva, el ajo y las nueces. Durante la elaboración se van machando los ingredientes, de tal forma que el aspecto final es el de un puré.

Se sirve adornado con nueces, y aunque no es tradicional se emplean rodajas de huevo cocido como decoración. En algunos lugares se come con abundante pan de hogaza remojando la salsa.